¿Cuál es la diferencia entre hipoteca a tipo fijo y tipo variable?

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Existen dos tipos de crédito hipotecario para adquirir una propiedad: fijo y variable. ¿Cuál es la diferencia entre hipoteca a tipo fijo y tipo variable? ¿Cuál supone mayores prestaciones y ventajas para quien la contrata? Antes de decidirte por una o por otra, debes tener en cuenta tres factores importantes: el tipo de interés, el plazo y la cuota mensual a pagar.

¿Cuáles son los tipos de hipotecas?

La hipoteca es un derecho que vincula la propiedad de un bien inmueble para garantizar el cumplimiento de una obligación suscrita por contrato. Cuando se quiere comprar un inmueble es posible dirigirse al banco para solicitar un préstamo y poder realizar la compraventa. Si se concede el crédito entonces se constituye una hipoteca. El banco otorga el importe necesario para pagar el inmueble, pero este se vincula como garantía. Es decir, «pertenece» al banco mientras el crédito esté activo.

diferencia entre hipoteca a tipo fijo y tipo variable

Las hipotecas pueden ser a tipo fijo y a tipo variable. Si no sabes cuál te conviene, puedes solicitar ayuda a los expertos de Hipotecas 100, para conocer qué tipo de hipoteca se ajusta más a tus necesidades. Hay una gran diferencia entre la hipoteca a tipo fijo y a tipo variable y está vinculada al tipo de intereses que se paga en cada una. Esto hace que las entidades financieras con las que se puede solicitar un crédito hipotecario, ofrezcan diferentes condiciones para cada uno de estos contratos. Las ventajas y desventajas de estos dos tipos de hipotecas pueden medirse por tres factores: el tipo de interés, la cuota mensual y el plazo de pago.

El tipo de interés en los créditos hipotecarios

En las hipotecas a tipo fijo se aplica el mismo tipo de interés durante todo el tiempo que el préstamo esté activo, por lo tanto, la cuota a pagar siempre será la misma; no sube ni baja por fluctuaciones de los principales indicadores económicos. El cliente sabe cuánto tiene que pagar desde momento de contratar el crédito.

Las hipotecas a tipo variable dependen de un índice de referencia, el Euríbor. En estas hipotecas la cuota se compone de un diferencial fijo más el índice de referencia. Este índice puede subir o bajar y al hacerlo, también lo hace la mensualidad de la hipoteca.

Plazo de devolución

Otra diferencia entre la hipoteca a tipo fijo y tipo variable es el plazo de devolución del crédito. Cuando se trata de hipotecas a tipo fijo, el plazo de devolución no suele ser mayor a 20 años, aunque hay algunos que tienen plazos de amortización de hasta 30 años. Las hipotecas con tipos variables se ofrecen por un período máximo de 30 años; en algunos casos pueden llegar hasta 35 y 40 años.

Cuota a pagar

Como las hipotecas a tipo fijo tienen un plazo de devolución más corto, las cuotas mensuales serán más altas que las de las hipotecas variables. La ventaja es que, una vez fijado el plazo de devolución y hecha la división del importe total entre el número de meses y calculado el tipo de interés, la cuota quedará estable; esta no variará durante todo el tiempo que dure el préstamo.

En las hipotecas variables el plazo de devolución es mayor y las cuotas se reducen considerablemente. Cuando se fije el plazo y la base de la cuota, el importe de la misma puede variar según lo haga el Euríbor.

La financiación, otro dato a tener en cuenta

Además de considerar los tres factores antes descritos también es aconsejable fijarse en el importe de financiación que una hipoteca ofrece. Este importe, expresado en porcentaje, varía en función del tipo de vivienda que se desee adquirir. Cuando se trata de una primera residencia el porcentaje es entre el 70y 80% del valor del inmueble, pero siempre que la amortización no supere los 30 años. Para segundas residencias, la financiación solo cubre el 60% del valor y debe poder devolverse en máximo 25 años. En cualquier caso, el solicitante no debe ser mayor de 75 años.

En este sentido, es importante estudiar los requisitos que cada entidad financiera pide a los posibles clientes para la concesión del crédito hipotecario. Para empezar, es casi seguro que deba aportarse un 20% del valor de la propiedad, lo que complica la situación de algunas personas. ¿Qué ocurre si no se cuenta con ese 20%? ¿Se puede solicitar la hipoteca de todas formas? Es recomendable buscar el asesoramiento de expertos que analicen tu caso, ellos te pueden ayudar a pedir una hipoteca sin ahorros.

Diferencia entre hipoteca a tipo fijo y tipo variable: ¿Cuál escoger?

Escoger entre uno u otro tipo de hipoteca puede resultar un reto para quien desee solicitar este tipo de crédito. Si se tiene capacidad de pago, entonces lo mejor es contratar una hipoteca a tipo fijo, con cuotas aparentemente más elevadas que las del tipo variable, pero con la certeza de que este importe no variará. Por el contrario, las hipotecas a tipo variable, pueden resultar atractivas para el cliente por lo reducido de las cuotas, pero siempre existe el riesgo de que el índice de referencia suba en cualquier momento. ¿Tienes la capacidad de pago suficiente para afrontar estas cuotas y durante más tiempo? Además de tener en cuenta los factores antes señalados (tipo de interés, plazo y cuota), el usuario debe estudiar las expectativas de los ingresos.

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