Análisis económico clásico

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Adam Smith le dio a la economía política una filosofía subyacente basada en la doctrina de la utilidad o egoísmo. El deseo de mejorar la propia situación se manifiesta en los intentos de los individuos por obtener beneficios y evitar costes. Para Jeremy Bentham, la doctrina se formalizó en términos del principio del placer y del dolor.

La idea de que el egoísmo era la influencia dominante en la actividad humana ganó terreno con mucha rapidez en el siglo XVIII.

El principio de utilidad en la economía clásica: Jeremy Bentham

Bentham admitió que los individuos son sobre todo egoístas, Bentham negaba cualquier armonía natural de los egoísmos. El delito brinda un caso de comportamiento egoísta que viola el interés público. El mismo hecho de la existencia del delito constituía para Bentham la prueba suficiente de que la armonía natural no existe. El principio central de la filosofía de Bentham era que el interés de cada individuo debe identificarse con el interés general, y que la tarea del legislador consistía en producir esta identificación a través de la mediación directa. Adoptó en primer lugar el principio de utilidad en forma de un marco de identidad artificial de intereses. Su doctrina fue conocida como utilitarismo.

El utilitarismo añadió al hedonismo (filosofía griega) la doctrina ética de que la conducta humana tenía que ser dirigida hacia la maximización de la felicidad del mayor número de gente. Esa era la consigna de los utilitaristas. Este grupo defendía la legislación, más sanciones sociales y religiosas que castigasen a los individuos que perjudicaran a otros al perseguir su propia felicidad.

Según Bentham, el interés general de la comunidad se mide por la suman de los intereses individuales en la comunidad. El planteamiento utilitarista era democrático e igualitario. Si una acción gubernamental de cierto tipo aumenta la felicidades de la comunidad más de lo que disminuye la felicidad de algún sector de la misma, la intervención queda justificada.

Una faceta económica singular de esta teoría del bienestar radica en la elección que hace Bentham del dinero como medida del dolor y del placer. El dinero está sujeto a la utilidad marginal decreciente a medida que se adquiere en cantidades progresivamente mayores. Bentham fue más utilitarisma que marginalista.

El cálculo de la felicidad

El intento de Bentham para medir el bienestar económico en sentido científico tomó la forma de cálculo de la felicidad, o suma del placer y del dolor colectivos. En su Introduction of the Principles of Morals and Legislation, Bentham describía las circunstancias en las que tenían que medirse los valores del placer y del dolor. Se componían de los siete siguiente factores:

  1. La intensidad del placer y del dolor
  2. Su duración
  3. Su certeza o incertidumbre
  4. Su proximidad o lejanía
  5. Su fecundidad, o la posibilidad de las primeras sensaciones fuesen seguidas de otras de la misma clase (placer seguido de placer o dolor seguido de dolor)
  6. Su pureza, o la posibilidad de que las primeras sensaciones no fuesen seguidas de otras de clase opuesta
  7. Su extensión, el número de gente afectada

Sólo entran en los cálculos de la tendencia de cualquier acto  o acontecimiento que afecte a la comunidad.

Cálculos del bienestar

Bentham también explicó detalladamente el mecanismo por medio del cual debían efectuarse los cálculos de bienestar:

Comiéncese con cualquier persona de aquella cuyos intereses parecen afectados de forma más directa por él y hágase un cálculo,

  1. Del valor de cada placer identificable que parezca producido por él en primer lugar
  2. Del valor de cada dolor que parezca producido por él en primer lugar
  3. Del valor de cada placer que parezca producido por él después de la primera sensación. Esto constituye la fecundidad del primer placer y la impureza del primer dolor.
  4. Del valor de cada dolor que parezca producido por él después de la primera sensación. Esto constituye la fecundidad del primer dolor y la impureza del primer placer.
  5. Súmense todos los valores de todos los placeres por una parte y la de todos los dolores por otra.
  6. Realícese un cálculo del número de personas cuyos intereses parecen estar implicados y repítase el proceso anterior con respecto a cada uno. Súmense los número que expresan los grados de la tendencia buen  en relación con el conjunto: hágase de nuevo con respecto a cada individuo, en relación con el cual la tendencia sea mala en su conjunto. Hágase balance.

El principio de la población en la economía clásica: Thomas Malthus

El autor que dio a la teoría de la población su formulación definitiva fue Thomas Robert Malthus. Fue educado privadamente y aprendió a ser un pensador independiente. Publicó, anónimamente, An Essay on the Principle of Population as It Affects the Future Improvement of Society, with Remarks on the Speculations of Mr. Godwin, M. Condorcet and Other Writers. El anonimato dio paso rápidamente al reconocimiento general.

Malthus afirmó que la capacidad biológica del hombre para reproducirse, cuando no se ve limitada, supera los medios físicos de subsistencia y, en consecuencia, imposibilita la perfectividad de la sociedad humana.

El primer Ensayo se construyó en gran medida en la propia cabeza de Malthus. Después, y en parte a causa del furor que se generó, comenzó a rellenar con algunos datos empíricos al esqueleto de su teoría.

Esbozo de la teoría

Malthus basó su principio de la población en dos proposiciones. La primera afirmaba que «la población, cuando no se ve limitada, aumenta en progresión geométrica de tal modo que se dobla cada veinticinco años». Tuvo el cuidado de indicar que la duplicación de la población cada veinticinco años no era ni la tasa de crecimiento máxima de la población, ni necesariamente la tasa real. Pero afirmó claramente la existencia de una tasa de crecimiento potencial de la población que aumentaba en progresión geométrica.

En el segundo postulado decía que en las circunstancias más favorables, los medios de subsistencia posiblemente no pueden aumentar más que en progresión aritmética. La yuxtaposición de los dos postulados llevaba al reconocimiento de la evidente discrepancia entre el crecimiento potencial de la población y la oferta de alimentos.
La cuestión teórica se centraba en la identificación de los frenos reales del crecimiento de la población; la cuestión práctica se refería a las soluciones del problema, qué frenos debían ser estimulados más que otros.

Frenos positivos y preventivos

El freno último del crecimiento de la población es la oferta limitada de alimentos. Malthus los clasificó en frenos positivos y preventivos.

La significación de la contribución de Malthus radica en su capacidad de presentar la tendencia procreativa y los frenos a la misma dentro de una estructura teórica que concentra la atención en la fuerzas que tienden a modificar el número de personas sobre la Tierra.

El principio de la población nos dice que ésta aumentará siempre que el efecto acumulativo de los diversos frenos sea menos que el de la procreación.

Limitaciones teóricas

Malthus tendió a considerar el resultado de la lucha entre la población y la oferta de alimentos como algo que llevaría inevitablemente a una economía de subsistencia. Fue desafortunada por dos razones: 1) como profecía se ha mostrado errónea en muchos casos, y 2) no es en absoluto inherente a la estructura teórica ideada por Malthus.

Infirió el hecho de que se pudiera llegar realmente a una economía de subsistencia porque la tendencia a procrear dominaría el hecho el efecto acumulativo de los frenos en acción.

Se puede achacar a Malthus que pasase por alto otros frenos que pueden evitar su  conclusión pesimista; no consiguió separar sexo de procreación.

Un defecto más grave de la teoría de la población fue su tendencia a subestimar el progreso técnico agrícola.

Los primero problemas monetarios

Después de Malthus, la población se convirtió en el principal determinante de los salarios. Un tema que fue más difícil de plantear fue la cuestión monetarista, la cuestión de los efectos que tiene el dinero sobre la actividad económica

La teoría monetaria preclásica

Hasta 1776 la teoría monetaria se componía básicamente de dos corrientes de pensamiento. Una afirmaba que «el dinero estimula el comercio», destacaba el efecto del dinero sobre la producción y el empleo, ignorando la posible relación entre dinero y precios. La otra corriente era la teoría cuantitativa que se centraba en la relación entre el dinero y precios.

El dinero es un determinante importante del gasto agregado, que a su vez determina los niveles de producción y empleo.

David Hume intentó conciliar la teoría del dinero-estimula-el-comercio con la teoría cuantitativa del dinero.

El dinero comenzó con los experimentos monetarios de John Law, «que fue inspirado por la idea de que una abundancia de dinero es el camino real que conduce a la riqueza». Después del hundimiento del sistema de Law, muchos de los ilustrado restaron énfasis a la importancia del dinero, insistiendo en que el trabajo y los recursos naturales son los elemento fundamentales de la riqueza.

El análisis económico subestima el lugar que ocupa el futuro en la actividad económica. La moneda estable es un puente importante entre el presente y el futuro. Sólo gracias a la moneda estable pueden esperar las personas, reservar sus elecciones y calcular sus posibilidades. Sin ella, flotarían por completo en un mar de incertidumbre.

En la época moderna, las controversias sobre el «dinero fuerte» frente al papel moneda son raras. La mayor controversia fue sobre la «neutralidad» o «no neutralidad» del dinero. La neutralidad del dinero se refiere al hecho de que los cambios de la masa monetaria no tienen ningún efecto sobre los precios relativos. Los primitivos teóricos monetaristas dieron la impresión de que el dinero es un velo que oculta las fuerzas reales de la productividad. Todo lo que hacen las variaciones monetarias es cambiar el nivel de precios en proporción los cambios en el dinero.

Cantillon vio muy claramente los efectos del dinero sobre los precios relativos y también Hume desarrolló un mecanismo de ajuste interior que describía los efectos de una variación monetaria a corto y largo plazo. Observó que un aumento o disminución de la oferta monetaria influía sobre el empleo, la producción y la productividad, así como sobre los precios.

La teoría monetaria clásica

Tal vez el mejor resumen del pensamiento monetario del período sea el Bullion Report. Pero a partir de 1808 el aumento de la emisión de billetes empezó a sentirse, a medida que subían regularmente los precios y disminuían los tipos de cambio. Determinados sectores del público expresaron su interés; Francis Horner propuso en la Cámara de los Comunes, que se nombrase un comité para investigar el elevado precio de los metales preciosos.

El Bullion Report sostenía que una cantidad excesiva de billetes de banco influía en el valor del papel moneda y se atribuía el elevado precio de los metales preciosos a esta causa. El informe sostenía que los problemas monetarios británicos de entonces no los ocasionaba la falta de la confianza del público en el papel moneda. En la época en que se terminó el informe, el Comité concluía que la vuelta a la convertibilidad era la única manera de «restaurar efectivamente la confianza general en el valor de los medios en circulación del reino».

David Ricardo publicó sus colaboraciones sobre «El precio del oro» y «Propuestas para una moneda económica y segura». En ambas reafirmaba la teoría cuantitativa del dinero y defendía una vuelta a la convertibilidad. El concepto de cantidad dominaba por completo su teoría. El sostenía que tanto las disminuciones como los aumentos del nivel de precios se regulan por los cambios en la cantidad de dinero. El dinero se define en los términos más estrictos como un mero regulador del valor. Rechazó o ignoró la idea del dinero como un vínculo entre el presente y el futuro. Las ideas de Ricardo sobre el dinero tuvieron el efecto de transformar la teoría cuantitativa del dinero en una teoría ricardiana del dinero.

Ricardo ideó un «Plan para crear un banco nacional«, que adelantaba la noción de que el papel moneda es un sustitutivo eficiente del dinero metálico. En su plan el Estado disfrutaría del monopolio de la emisión de papel moneda y sólo podría emitir nuevos billetes con el respaldo de una mayor cantidad de oro procedente del extranjero. Se introducía un elemento de elasticidad monetaria, permitiendo al banco central que interviniese en operaciones de mercado abierto: compraría valores gubernamentales cuando quisiera aumentar la cantidad de dinero y los vendería cuando quisiera disminuirla.

John Stuart Mill también aceptaba la teoría cuantitativa, pero le añadió algunas cualificaciones que servían para corregir los excesos ricardianos. Mill reconoció que las rígidas conclusiones de la teoría cuantitativa se basaban en el supuesto de una distribución equitativa del nuevo dinero. Cualquier otra distribución alteraría la estricta proporcionalidad entre dinero y precios. Además, él creía que la teoría cuantitativa estricta solo se sostenía para el dinero en metálico.

Mill reconocía que un aumento del crédito bancario en condiciones de pleno empleo podría hacer que disminuyese el tipo de interés.

El que más resaltó fue Henry Thornton que hizo dos contribuciones importantes a la teoría monetarista: 1) la distinción entre el tipo de interés natural y el tipo de interés bancario, y 2) la doctrina del «ahorro forzoso».
Señaló correctamente que el tipo de rendimiento sobre el capital invertido regula el tipo de interés bancario sobre los préstamos. Por lo tanto, las cuestión de determinar la cantidad óptima de los préstamos bancarios, depende de una comparación entre el tipo de interés sobre los préstamos bancarios. La intersección de SS’ y II’ determina el tipo natural (r). En equilibrio monetario el tipo de préstamo (i) será igual al tipo natural.

La segunda contribución de Thornton reconocía que un aumento de la cantidad de dinero produce un aumento del capital, así como un aumento de los precios. Además sugirió la posibilidad de que un aumento de los billetes en condiciones de desempleo general llevaría a un aumento de la producción y del empleo, más que aun aumento de los precios.

Conclusión

El egoísmo se convirtió en la explicación dominante de la actividad económica. La teoría de la población de Malthus se introdujo en el análisis económico como una variable endógena y se convirtió en parte integral de la teoría de la distribución de la renta. Finalmente, la teoría cuantitativa del dinero suministró la estructura analítica para comprender y explicar los cambios en el nivel agregado de precios. La teoría cuantitativa se ha mantenido como una de las ideas más viejas y duraderas en la economía.

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