El COVID-19 ha asestado un duro golpe a la humanidad. Aunque los números de contagiados y fallecidos aumentan a una tasa cada vez más alarmante, son muchas las personas que se preocupan por las consecuencias económicas que habrá que enfrentar una vez superada la pandemia. El transporte y el turismo, por ejemplo, son dos de los sectores que se han visto más afectados por la crisis del coronavirus.
Sin embargo, la organización Mundial del Turismo (OMT) se ha encargado de enviar un mensaje de esperanza y motivación a las personas. La frase “Quédate en casa hoy para poder viajar mañana”, es una de las estrategias que está implementando, junto con otras organizaciones, para enfrentar la inminente caída de este sector, así como mitigar los efectos en el ámbito económico.
Transporte y turismo en la crisis del coronavirus
Turismo
El turismo es de gran importancia en España. Solo este sector representa un 12,3% del PIB español y en el último trimestre de 2019, empleaba alrededor de 2,62 millones de personas. Ahora bien, el cierre de fronteras y la prohibición de entrada de viajeros provenientes de zonas con un alto nivel de contagio han hecho que el país afronte una temporada sin turismo.
Los expertos han declarado que las ventas de empresas turísticas españolas descendieron en un 50% en la primera quincena de marzo. Del mismo modo, el turismo MICE (Meetings, Incentives, Conferences and Events, en inglés) ha tenido pérdidas valoradas en más de 120 millones de euros en lo que va de año. Por su parte, el sector hotelero no se queda atrás en pérdidas. Al compararse los datos de entradas de viajeros del periodo de marzo a mayo de 2019, se estiman caídas mayores a los 3.000 millones de euros.
Los intentos de las grandes y pequeñas cadenas hoteleras por paliar la crisis del coronavirus han derivado en tener que aplicar ERTEs a sus trabajadores. Además, el 90% de los empleados de las agencias de viajes podría verse afectado. Por ello, las asociaciones europeas del sector han sugerido la emisión de bonos de viaje que permitan evitar una descapitalización a causa de las cancelaciones.
Sin embargo, esto podría plantear una flexibilización en las normas de reembolso que han sido establecidas por la Directiva Comunitaria de Viajes Combinados y Servicios de Viajes Vinculados.

Transporte
Las empresas de transporte terrestre, marítimo y aéreo no han estado exentas de las cancelaciones de viajes vinculadas a una caída en la demanda turística, así como las restricciones operativas que se han implantado en todo el mundo.
Las aerolíneas españolas e internacionales que operan en el país concuerdan con las asociaciones de las agencias de viajes en suavizar las políticas de reembolso de billetes y aplazar el cobro de las tasas aeroportuarias y de los impuestos de aviación a nivel nacional o Unión Europea.
Transporte y turismo después de la crisis del coronavirus
Sin duda alguna, la crisis del coronavirus cambiará la forma en la que nos desplazamos, desde tomar el transporte público a un vuelo internacional. Para los expertos, la duración de la pandemia es lo que determinará si el turismo podrá sobrevivir a las pérdidas y recuperarse.
Según predicciones, si se lleva a cabo el “escenario positivo” de solo dos meses de paralización, las pérdidas podrían alcanzar los 18.800 millones de euros. Sin embargo, de extenderse, sería capaz de aumentar a 33.800 millones de euros.
En cualquier escenario, el reto más grande del sector turismo sería recuperar la confianza de los viajeros. Los expertos prevén que primero aumente la demanda de destinos domésticos y después de pasado un tiempo, se reactiven los destinos internacionales.
Conclusión
No cabe duda de que el transporte y el turismo están entre los sectores más perjudicados por la crisis del coronavirus. Tanto las organizaciones internacionales como los gobiernos y las asociaciones se encuentran tomando medidas que permitan disminuir las pérdidas y conseguir una pronta recuperación.
No obstante, el futuro de ambos sectores depende del tiempo de paralización que la está sujeto a la cuarentena. Además que una vez superado este punto, tendrán que enfrentarse al desafío que es ganarse la confianza de los clientes gradualmente.