Existen muchos factores, más allá del idioma, que diferencian a los distintos países del mundo. Las costumbres, el estilo de vida, la cultura o las creencias son algunos de los elementos que varían según el país al que vayamos. Si nos queremos dirigir a un público de un determinado país, debemos conocer todas esas variables para asegurarnos de que el mensaje que queremos mandar es el que se va a recibir. No tener en cuenta estas características puede llevar a malentendidos.
Lo que en la cultura de un país puede ser algo normal y positivo, en la cultura de otro puede tener un significado nefasto. Por ello, las firmas que operan a nivel internacional, deben adaptar sus mensajes íntegramente, yendo más allá del idioma. Solo de esta manera, se aseguran de que no exista una deformación en el mensaje. Por ejemplo, los países de habla hispana de América comparten con España el idioma. No obstante, las culturas de cada uno de estos países tienen sus diferencias. Lo mismo ocurre con Estados Unidos y Reino Unido, tal y como hemos podido saber a través de la agencia de traducción Alphatrad.
Traducir o localizar: ¿Qué es la localización?
La localización es la adaptación de un producto o servicio para que este sea óptimo en un mercado concreto. La localización va más allá de la traducción, siendo esta una parte importante del proceso. La localización tiene en cuenta los aspectos culturales, religiosos e históricos de un país o región, para que así el producto que se quiere comercializar encaje con los cánones de su público objetivo.
La localización es necesaria siempre y cuando haya se vaya a expandir el producto o servicio a un nuevo mercado. Se pueden localizar desde videojuegos hasta páginas web, pasando por el embalaje o la cartelería.
No siempre que se realiza una traducción se requiere una localización. Por ejemplo, podemos traducir un producto o servicio para dirigirnos a los extranjeros que residen en España. Sin embargo, si hablamos de extranjeros que llevan muchos años viviendo en el país, es probable que ya compartan su cultura y sus costumbres.

Ventajas de localizar
Introducción natural a un nuevo mercado
La localización garantiza una introducción natural al nuevo mercado en el que vas a operar. Gracias al trabajo previo de investigación del mercado, tu producto comparte los valores del público. De esta manera, la entrada al mercado de ese país no resulta artificial o estudiada, puesto que tu producto o servicio ha sido pensado específicamente para ese país.
Esto, a su vez, conlleva que el producto o servicio localizado se reciba con un menor riesgo de rechazo por parte del público. La localización, al permitir que el artículo en cuestión resulte natural, logra una mayor aceptación.
Conocimiento en profundidad del mercado
Para poder localizar un producto o servicio, es indispensable realizar un estudio a fondo de todas las variables de las que hablábamos al principio: cultura, creencias, costumbres, etc. Toda esta investigación previa supone un conocimiento en profundidad del nuevo mercado al que nos dirigimos.
De esta manera, la empresa se ahorrará futuros posibles errores por descuido o ignorancia. Así, las probabilidades de acertar con las campañas, las estrategias y las decisiones de la empresa aumentan considerablemente gracias a la localización.
Como has podido comprobar, la localización es un paso necesario para todas aquellas empresas que se dirigen a nuevos mercados. A su vez, esta localización implica una traducción del producto o servicio. La diferencia entre traducir y localizar no reside en la importancia de dichos servicios, puesto que ambos son fundamentales; la distinción radica en el papel que cumple cada uno a la hora de adaptar el producto a un nuevo público.
Así, de nada serviría una localización de producto si no se realiza una traducción elaborada por profesionales que comprendan a la perfección el idioma. Por ello, es crucial contar con el apoyo de expertos tanto para traducir como para localizar.