- El déficit efectivo (o déficit no financiero) viene definido por el saldo de la cuenta de capital en la variante relativa a la necesidad de financiación. Incluye los pagos de intereses de la deuda pública. Se trata de la medida más utilizada en las comparaciones internacionales de la actuación económica de las AA.PP.
- El déficit primario se obtiene sustrayendo del déficit efectivo los intereses de la deuda pública. Los intereses se conciben como un gasto derivado de la deuda acumulada en el pasado. Esta medida se utiliza en las comparaciones internacionales como indicador del grado de disciplina o sostenibilidad de la política presupuestaria.
- La necesidad de endeudamiento (o variación de pasivos financieros) se obtiene sumando a la necesidad de financiación (déficit efectivo o no financiero) la variación neta de activos financieros, y representa la cuantía en la que el Sector Público ha de endeudarse para cubrir todas sus operaciones. Facilita información adicional sobre la verdadera situación financiera de las Administraciones Públicas, que puede verse afectada por endeudamientos que no proceden del saldo de operaciones financieras.
- El déficit discrecional se identifica con el saldo (negativo) de gastos e ingresos públicos originado por las políticas discrecionales del gobierno. Se conceptúa como el déficit que cosecharía la economía en el supuesto de que esta creciera a un PIB potencial con pleno empleo de los recursos. ( se cifra en ¾ partes del efectivo ). Permite valorar el comportamiento del Sector Público en un momento dado de tiempo ofreciendo una medida de orientación de la política presupuestaria.
- El déficit cíclico o automático que se define como el déficit generado por los efectos originados por las oscilaciones de la actividad económica sobre los programas de ingresos y gastos públicos.
El déficit total puede entenderse como la suma de un componente discrecional ,y de un componente automático asociado al ciclo económico.
Existen otras dos acepciones de déficit atendiendo al momento y a la forma en que se contabilizan las operaciones generadoras del déficit. En concreto, a dos criterios temporales o momentos de imputación de las partidas presupuestarias:
- El criterio de devengo : el saldo presupuestario mide la diferencia existente entre las obligaciones contraídas y los derechos reconocidos a lo largo del período presupuestario, con independencia del momento en que se hagan efectivos los ingresos y gastos.
- El criterio de caja : el saldo refleja la diferencia entre los pagos e ingresos líquidos que tienen lugar durante el período presupuestario, sin tener en cuenta el ejercicio en que se generó el derecho al cobro o la obligación del pago.
Si lo que se pretende es un análisis de los efectos del déficit público sobre los mercados financieros, se optará por el criterio de caja. Si lo que se desea es conocer la influencia del déficit público sobre la actividad económica se optará por el devengo.
De acuerdo con ese doble criterio de contabilización o imputación presupuestaria, puede distinguirse, por tanto, entre:
- Déficit de caja no financiero, esto es, el saldo de los flujos monetarios ocasionados por las operaciones reales relacionadas con la ejecución del presupuesto, con independencia del momento del devengo.
- Déficit en términos de Contabilidad Nacional (necesidad de financiación), que se mide por la diferencia entre las obligaciones reconocidas y los derechos contraídos correspondientes a operaciones no financieras.