Reflejan cómo se distribuye la renta disponible entre el gasto en consumo y el ahorro. Cabe distinguir entre la cuenta de utilización de la renta disponible y la cuenta de utilización de la renta disponible ajustada. Tienen el mismo saldo, por cuanto la diferencia existente en el lado de los recursos de ambas, es decir, entre la renta bruta disponible y la renta disponible ajustada (las transferencias sociales en especie), es igual a la existente entre los empleos.
El concepto de consumo público se desglosa así en dos conceptos relativos al consumo final:
- el gasto en consumo final de las AA.PP. que comprende el de los bienes y servicios individuales suministrados a los hogares en forma de transferencias sociales en especie.
- el consumo final efectivo de las AA.PP que se corresponde únicamente con el consumo final colectivo.
La suma de los recursos o ingresos de la cuenta de utilización de renta no tiene por qué coincidir con la de los gastos. Si la diferencia entre ambas variables es positiva se obtendrá el ahorro de las Administraciones Públicas una diferencia negativa implicará que esas Administraciones Públicas habrán generado desahorro.
El saldo de esta cuenta, el ahorro, deviene el nexo de unión entre las cuentas corrientes y de capital.