Permite analizar la financiación neta obtenida o prestada por las Administraciones Públicas a partir de la diferencia entre la adquisición de activos financieros y la reducción de pasivos financieros por ellas realizadas. Esta cuenta registra las variaciones de activos y de pasivos financieros al final de cada periodo de acuerdo con las clases de instrumentos ad hoc en que se han materializado. Su saldo refleja, por tanto, las operaciones netas financieras, es decir, el ahorro o desahorro neto financiero.
Indica cómo se cubre la necesidad de financiación de un sector o dónde se coloca la capacidad de financiación y Permite relacionar la diferencia entre el ahorro y la formación bruta de capital de las Administraciones Públicas con sus operaciones de endeudamiento.