Durante la guerra, en 1942, surgió el debate para la organización de un sistema monetario por impulso de UK. Se elaborarían dos planes, que deberían servir como base para los debates en la Conferencia de Bretton Woods: el Keynes por el lado británico y el White por el americano.
Keynes propuso la creación de una Unión de Clearing Internacional que administraría cierto volumen de liquidez en función de las necesidades del comercio y las relaciones internacionales cumpliendo además una función estabilizadora al poder presionar a los países tanto acreedores como deudores a la hora de eliminar desequilibrios. Este organismo crearía una moneda internacional, el Bancor.
White crearía un fondo de estabilización de cambios alimentados por las aportaciones de los países miembros. En caso de dificultad en la Balanza de Pagos, los miembros podrían obtener divisas extranjeras contra moneda nacional con ciertas limitaciones. El ajuste recaería sobre los deudores y los préstamos del Fondo no serían automáticos, sino condicionados a medidas equilibradoras.
Ante la imposibilidad de conciliar ambos planes, UK y USA acordaron establecer el plan norteamericano, así como la creación del FMI y el BM.