Política económica de la Eurozona

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Con la UEM y la política monetaria única la tendencia hacia una mayor sincronización cíclica en las economías de la UE se ha reforzado, al intensificarse la interdependencia económica y la coordinación macroeconómica, con la desventaja de que las perturbaciones externas afectarán de forma similar a toda la UE, amplificando sus efectos.

La 3ª fase de la UEM y la moneda única, estimuló la competencia en la zona euro, estableciendo prioridades sobre el crecimiento económico, la flexibilidad del mercado laboral y la  sostenibilidad de las finanzas públicas. Sin embargo el crecimiento económico desde el 200, ha sido más modesto de lo previsto por:

  1. Las tensiones políticas ligadas a los conflictos bélicos.
  2. Las incertidumbres sobre el futuro de las pensiones y la volatilidad de los mercados.
  3. La persistencia de rigideces estructurales [p. ej.: diferenciales de inflación en algunos países miembros desde el inicio de la 3ª fase de la UEM].

A pesar de que la integración de los mercados financieros es aún incompleta, el euro ha coincidido con un marco de globalización financiera a escala mundial y europea que, junto a la liberalización del mercado, permite a las empresas financiarse a través del mercado de capitales.

Los retos de la política monetaria y la moneda única

La UE debe garantizar el bienestar de los ciudadanos [expansión equilibrada/sostenible de la actividad económica]. Además en la zona euro:

  1. Una política mixta, monetaria y fiscal para el crecimiento, respetando la estabilidad de precios.
  2. El mantenimiento de posiciones presupuestarias acordes con el PEC.
  3. Tasas de inflación aproximadas.
  4. Mejor representación externa del área euro.
  5. El reforzamiento de los procedimientos de coordinación para las reformas estructurales.

El BCE trabaja por la estabilidad de precios y el cumplimiento del PEC por los miembros, pero la posición fiscal en el área euro se ha deteriorado en los años recientes, debido a los estabilizadores automáticos y a ciertas medidas de incremento del déficit adoptadas por algunos Estados miembros. Desde agosto ’07 las cuentas públicas de los países del área del euro se ha deteriorado de forma significativa [rescate del sistema financiero, crisis hipotecas subprime].

Los ajustes de política monetaria en una unión monetaria recaen en:

  1. Los salarios.
  2. Los precios relativos.

Por ello para los países de la zona euro con persistentes diferenciales de inflación, se hacen necesarias reformas estructurales que doten a sus economías de la flexibilidad y de la competitividad adecuada para disminuir sus diferencias de inflación.

Las reformas estructurales persisten como uno de los retos más importantes del área euro, tal y como queda reflejado en la estrategia de Lisboa, impulsando las políticas a medio plazo que benefician: el crecimiento económico, el pleno empleo, el desarrollo sostenible y la mejora del modelo social europeo.

Existe una común consideración entre los países de la zona euro de la conveniencia de mantener unas finanzas públicas saneadas y un mercado [labora | financiero] integrado y flexible, teniendo como ejes de coordinación la reforma del PEC en 2005 [gobernanza presupuestaria] y la revisada Estrategia de Lisboa para el Crecimiento y el Empleo [coordinación de las políticas económicas de la UE].

Gracias al status que ha ido ganando el euro a nivel internacional, la zona del euro se ha convertido en un referente de estabilidad para Europa y el resto del mundo. Pero debido a la falta de estrategia y de representación internacional este potencial no se aprovecha a nivel internacional.

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