Con la UEM y la política monetaria única la tendencia hacia una mayor sincronización cíclica en las economías de la UE se ha reforzado, al intensificarse la interdependencia económica y la coordinación macroeconómica, con la desventaja de que las perturbaciones externas afectarán de forma similar a toda la UE, amplificando sus efectos.
La 3ª fase de la UEM y la moneda única, estimuló la competencia en la zona euro, estableciendo prioridades sobre el crecimiento económico, la flexibilidad del mercado laboral y la sostenibilidad de las finanzas públicas. Sin embargo el crecimiento económico desde el 200, ha sido más modesto de lo previsto por:
- Las tensiones políticas ligadas a los conflictos bélicos.
- Las incertidumbres sobre el futuro de las pensiones y la volatilidad de los mercados.
- La persistencia de rigideces estructurales [p. ej.: diferenciales de inflación en algunos países miembros desde el inicio de la 3ª fase de la UEM].
A pesar de que la integración de los mercados financieros es aún incompleta, el euro ha coincidido con un marco de globalización financiera a escala mundial y europea que, junto a la liberalización del mercado, permite a las empresas financiarse a través del mercado de capitales.
Los retos de la política monetaria y la moneda única
La UE debe garantizar el bienestar de los ciudadanos [expansión equilibrada/sostenible de la actividad económica]. Además en la zona euro:
- Una política mixta, monetaria y fiscal para el crecimiento, respetando la estabilidad de precios.
- El mantenimiento de posiciones presupuestarias acordes con el PEC.
- Tasas de inflación aproximadas.
- Mejor representación externa del área euro.
- El reforzamiento de los procedimientos de coordinación para las reformas estructurales.
El BCE trabaja por la estabilidad de precios y el cumplimiento del PEC por los miembros, pero la posición fiscal en el área euro se ha deteriorado en los años recientes, debido a los estabilizadores automáticos y a ciertas medidas de incremento del déficit adoptadas por algunos Estados miembros. Desde agosto ’07 las cuentas públicas de los países del área del euro se ha deteriorado de forma significativa [rescate del sistema financiero, crisis hipotecas subprime].
Los ajustes de política monetaria en una unión monetaria recaen en:
- Los salarios.
- Los precios relativos.
Por ello para los países de la zona euro con persistentes diferenciales de inflación, se hacen necesarias reformas estructurales que doten a sus economías de la flexibilidad y de la competitividad adecuada para disminuir sus diferencias de inflación.
Las reformas estructurales persisten como uno de los retos más importantes del área euro, tal y como queda reflejado en la estrategia de Lisboa, impulsando las políticas a medio plazo que benefician: el crecimiento económico, el pleno empleo, el desarrollo sostenible y la mejora del modelo social europeo.
Existe una común consideración entre los países de la zona euro de la conveniencia de mantener unas finanzas públicas saneadas y un mercado [labora | financiero] integrado y flexible, teniendo como ejes de coordinación la reforma del PEC en 2005 [gobernanza presupuestaria] y la revisada Estrategia de Lisboa para el Crecimiento y el Empleo [coordinación de las políticas económicas de la UE].
Gracias al status que ha ido ganando el euro a nivel internacional, la zona del euro se ha convertido en un referente de estabilidad para Europa y el resto del mundo. Pero debido a la falta de estrategia y de representación internacional este potencial no se aprovecha a nivel internacional.