El sistema de pensiones en España se gestiona por medio de la Seguridad Social y se rige por cinco principios básicos: proporcionalidad contributiva, universalidad, reparto, suficiencia de prestaciones u gestión pública. Estos principios funcionan acorde al artículo 41 de la constitución de España.

La importancia del adecuado funcionamiento del sistema de pensiones en España es clave para las garantías de reparto de las diferentes pensiones públicas existentes en el país, por ejemplo, la pensión de orfandad o viudedad, de jubilación, desempleo, entre otras.
Los cinco principios del sistema de pensiones en España
Para entender en profundidad el funcionamiento del sistema de pensiones en España es indispensable conocer en profundidad sus cinco principios. Estos se explican a continuación:
Principio de reparto
Consiste en garantizar que las cotizaciones sociales de cada uno de los trabajadores activos estarán destinadas al financiamiento de las prestaciones de cada uno de los prestamistas. Específicamente, se hace referencia al aporte mensual de los empleados activos en la Seguridad Social, el cual es utilizado para abonar las diferentes pensiones establecidas.

En consecuencia, de lo anteriormente expuesto, cada uno de los ingresos por cotizaciones es transformado de forma inmediata en una prestación para los pensionistas.
Principio de proporcionalidad contributiva
Este principio se refiere a que el importe de las pensiones públicas debe estar directamente relacionado con las aportaciones de los trabajadores durante el período en que estén cotizando dentro de la Seguridad Social.
Principio de universalidad
Para entender el principio de universalidad se debe tener en principio claro que existen dos tipos de pensiones: contributivas y no contributivas. Las contributivas son aquellas que están relacionadas con las aportaciones que dan los trabajadores en el período en que coticen dentro de la Seguridad Social.

Por su parte, las pensiones no contributivas son aquellas que tienen como objetivo permitir que se cubran las necesidades más básicas. El principio de universalidad se encarga de que todas las personas sean capaces de acceder al sistema de pensiones, incluso cuando nunca hayan cotizado en el sistema de Seguridad Social. En dicho caso accederían solo a las pensiones no contributivas.
Principio de gestión pública
El principio de gestión pública establece que la gestión y financiación del sistema de pensiones, en sus funciones de distribución y reparto, será administrado únicamente por entes públicos.
Principio de suficiencia de prestaciones
Este principio establece que es indispensable que las pensiones distribuidas tengan la capacidad de asegurar la satisfacción de las necesidades más básicas.
¿Cuáles son las claves para la sostenibilidad del sistema de pensiones en España?
Para asegurar su sostenibilidad, el sistema público se encarga de que la totalidad de trabajadores que contribuyen activamente a la Seguridad Social sea lo bastante cuantioso como para que pueda sostener a todos los pensionados.
Los principales obstáculos para asegurar el cumplimiento de este objetivo son factores como el aumento del paro por crisis económicas, aumento de la esperanza de vida, declive de la tasa de natalidad y envejecimiento de la población.
Debido a la incertidumbre que pueden experimentar algunos ciudadanos ante el futuro del sistema de pensiones en España, algunos optan por contratar un sistema de pensiones privado de forma complementaria. Esto garantiza contar con este servicio durante la vejez.
El sistema de pensiones en España es un fondo común para cada trabajador
Es importante resaltar que el artículo 41 de la constitución de España, como se mencionó al principio, se encarga de proteger y reconocer el sistema de pensiones públicas. Dicho artículo menciona que este régimen público se ofrece a todos los ciudadanos, sobre todo en las situaciones de desempleo.
Por otro lado, este sistema en España tiene la particularidad de que no es igual al de aquellos países en que todos los trabajadores aportan y cotizan dinero para su plan de pensiones individual y privado. En el caso de España, el aporte es conjunto entre todos los empleados, por lo que se considera como un fondo común para cada trabajador.
Se establece que cada trabajador contribuye a una “caja única”, de la cual se retira dinero destinado a pagar las pensiones públicas de jubilación de los empleados retirados. En este sentido, el sistema de pensiones públicas de España se sustenta en la solidaridad intergeneracional.
A dicha forma de solidaridad es necesario sumar la solidaridad interregional, la cual tiene como objetivo garantizar que todos los españoles puedan contar con su pensión de jubilación sin que importe la región del país que habiten.
Requisitos para acceder al sistema de pensiones públicas en España por jubilación
Actualmente, la jubilación en España se realiza a los 65 años y cuatro meses. Existe un caso excepcional de 65 años para los ciudadanos que hayan cotizado durante al menos 36 años.
De acuerdo a lo establecido, la pensión que recibe el jubilado es de carácter vitalicio y de repartición mensual. La cuantía de la pensión está limitada por las bases que haya cotizado en sus últimos años de vida laboral. En 2016 se consideraban solo los últimos 19 años, pero a partir de 2022 se tienen en cuenta los últimos 25 años.
De la misma forma, también se tienen en cuenta los años de cotización y el tipo de pensión a la que se accede, la cual puede ser anticipada, diferida u ordinaria. No obstante, para obtener este beneficio se debe cumplir con los siguientes requisitos:
- Se debe acreditar un mínimo de quince años de cotizaciones.
- En el intervalo de quince años inmediatamente anterior al acceso a la jubilación se debe acreditar un mínimo de dos años de cotizaciones.
Por otra parte, también está establecido que en el futuro la edad ordinaria de jubilación será modificada mediante una reforma legislativa. El objetivo es incrementar paulatinamente los 65 años y cuatro meses establecidos en la actualidad hasta un máximo de 67 años en el 2027.
No obstante, aquellos ciudadanos que tengan 65 años y un mínimo de 38 años y seis meses de cotizaciones aún podrán optar por la jubilación a los 65 años sin sufrir penalizaciones.
Las razones por las que es necesario realizar estos cambios en el sistema de pensiones en España están relacionadas con la sostenibilidad del sistema. Tal y como se mencionó anteriormente, es necesario que la cantidad de beneficiarios de prestaciones y cuantías pueda ser sostenible por el número de trabajadores activos cotizando en la Seguridad Social.
Debido a cambios en estos números por diversas razones, es necesario realizar los ajustes anteriormente mencionados para poder continuar garantizando el funcionamiento del sistema de pensiones.
Dificultad de sostenibilidad del sistema
Si se profundiza más en la sostenibilidad del sistema de pensiones públicas de España, queda en evidencia que la continuidad tiene una dependencia muy grande a la pirámide poblacional.
Esto es un inconveniente, ya que en los últimos años ha aumentado la tasa de paro, por lo que la cantidad de trabajadores activos es más baja, mientras que la tasa de pensionados aumenta.
A este problema es necesario sumar que la tendencia demográfica actual señala que las personas mayores serán cada vez más y también más longevas.
Otro inconveniente está relacionado con la cuantía. Existe una tendencia entre los nuevos jubilados al acceso a pensiones más elevadas, puesto que la cantidad de bases que han cotizado es mayor, lo que contrasta con los nuevos cotizantes, quienes se incorporan con bases de cotización y salarios más bajos.