El oro alcanza máximos históricos en una época dominada por el miedo

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Uno de los hechos económicos que más ha dado de qué hablar en los últimos meses es que el oro alcanza máximos históricos en un panorama donde la economía global es gobernada por el miedo ante la incertidumbre provocada por la pandemia de Covid-19.

Se trata de una noticia que sume al mundo en una incertidumbre incluso más profunda de lo que se esperaba al comienzo de la pandemia mundial. Considerando que nunca antes el oro había alcanzado un precio superior a los dos mil dólares, es difícil prever una recuperación económica a corto plazo para Estados Unidos.

Las razones por las que el oro alcanza máximos históricos

La cifra de subida es de un 36% en lo transcurrido durante el año en curso. Es un porcentaje importante, especialmente si se tiene en cuenta que no existe, de momento, otro índice bursátil que se asemeje a ese margen de rentabilidad.

¿Pero por qué razón ocurre esto? El razonamiento más lógico señala que se deba a que las personas tienden a recurrir al oro como un activo para refugiar sus inversiones ante las situaciones de incertidumbre económica (Castellano, 2020).

Actualmente, la pandemia ha creado una crisis económica marcada por la incertidumbre y la recesión, razón suficiente como para establecer una correlación entre ésta y el repentino cambio en los precios del oro.

Lingotes de oro

Debilidad del dólar

Si profundizamos aun más en los detonantes del escenario en que el oro alcanza máximos históricos,  es importante analizar el papel del dólar estadounidense. Dicha moneda se ha visto notablemente debilitada, lo que tiene como consecuencia un déficit en la rentabilidad de la deuda de Estados Unidos.

Claramente esta es otra las causas relacionadas con el impulso a los precios del ya mencionado metal. Por otra parte, la falta de alivio entre las tensiones comerciales de Estados Unidos y China también contribuye a empeorar la situación del dólar.

Asimismo, la tasa del tipo de interés en las principales economías, el cual estaba comenzado a repuntar después de la pasada crisis financiera, ha vuelto a acercarse a cero. Aunque  en el caso específico del Banco Central Europeo, no ha habido una reducción, sino que se ha mantenido en 0%.

Como si esto no fuera suficiente, los programas actuales de compra de bonos que manejan los bancos centrales no son los mejores. La fijación de políticas agresivas de los mismos ha hecho que la rentabilidad de cualquier inversor interesado en comprar y retener títulos, tenga un margen mínimo para apreciar los precios.

En consecuencia, el panorama económico actual se muestra como una amalgama de ingredientes perfecta para convertir al oro en un activo más que tentador.

Subida de acciones

Un aspecto curioso y que no era muy previsible es que la renta variable está creciendo simultáneamente junto al oro. Este fenómeno no es muy común, pero también pudo percibirse durante la crisis financiara de 2008, así que no puede tratarse como un hecho aislado.

Este suceso es extraño ya que entraña una contradicción. Si bien es natural recurrir al oro como activo de refugio, por las razones explicadas con anterioridad, es extraño recurrir a las acciones en momentos de crisis económica, pues se trata del activo que entraña más riesgos.

La explicación a este suceso puede radicar en la intervención masiva realizada por los bancos centrales, quienes buscan paliar la tensión ejercida por el coronavirus en los mercados financieros mundiales.

Referencias

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