Diversos tratados para favorecer la discriminación y reducir la discriminación se han llevado a cabo en Europa desde el siglo XIX. En 1883 se formó el Zollverein alemán, que estableció una zona de libre comercio entre Prusia y diversos territorios enclavados en ésta. El Zollverein desembocó en la formación de:
Unión del Norte: por la sucesión de acuerdos con diversos territorios (Schwarzbourg-Sondershansen, Sajonia-Weimar,…)
Unión del Sur: en 1828, establecida por Württemberg y Baviera.
Unión del Centro: en 1828, establecida por Hannover, Sajonia Real, Hesse Electoral, Gran Ducado de Sajonia, Ducado de Brunowick,…
En 1833 se firmó el Tratado que establecía finalmente el Zollverein, siendo los firmantes del Tratado Prusia, los Hesses Gran Ducado y Electoral, Baviera y Württemberg.
En los primeros años del s.XX se dieron acuerdos entre diversos países (Bélgica y Luxemburgo, Suiza y Liechtenstein, Italia y San Marino,…). Posteriormente, a raíz de la I Guerra Mundial, se vio frenado al auge de este tipo de Tratados; esto fue consecuencia de la reconfiguración física y geopolítica que Europa experimentó a raíz de la guerra (desmembramiento del Imperio austro-húngaro, pérdidas de territorio por parte de Alemania,…). El pago de las reparaciones por parte de Alemania se considera un factor de desestabilización, dado que contribuyó a generar un estado de hiperinflación y un ambiente de inestabilidad económica y financiera que sirvieron de caldo de cultivo para la II Guerra Mundial. Gracias a la Moratoria Hoover se permitió a Alemania que aplazara en cierta medida los pagos de las reparaciones, lo cual contribuyó a dar cierta estabilidad al ambiente económico de la Europa del momento.
Tras la II Guerra Mundial, las economías de los países europeos que intervinieron en la misma estaban profundamente distorsionadas. Comenzó a surgir un interés por los planteamientos de integración económica y comercial encaminados a crear vínculos que fomentasen la cooperación y acercamiento de las economías, así como su contribución a la reducción de la aparición de posibles enfrentamientos bélicos. Se comienzan a concebir, a partir de entonces, los acuerdos internacionales como una herramienta necesaria para la contribución a un ambiente de estabilidad política necesario para el mantenimiento de la paz en el continente europeo. Así nació la Comunidad Europea.
En 1947, en respuesta a la falta de progreso en la reconstrucción europea, el presidente de los EEUU Truman solicitó un nuevo apoyo para Europa (“para ayudar a los pueblos libres a mantener sus instituciones y su integridad nacional frente a movimientos que buscan imponer sus regímenes totalitarios”), esta doctrina Truman es la que posteriormente desembocaría en el Plan Marshall (o Programa de Recuperación Europeo).
Las características de las economías europeas de la posguerra eran: crisis de la libra esterlina, escasez de carbón, malas cosechas y déficit presupuestario.
En París comenzaron las reuniones para formular el plan de acción conjunta de los diferentes países europeos; de la diferencia entre la cantidad necesaria para los programas de reconstrucción y lo que las naciones europeas podían aportar surgió la cantidad que los EEUU aportarían en forma de préstamos y donaciones. En un inicio, Rusia también participó en dichas reuniones, pero se retiró pronto dado su rechazo a las políticas de apertura a las inversiones privadas extranjeras y a la reconstrucción de una Alemania unificada. Otros países que no participaron fueron Finlandia, España y Yugoslavia. En julio de 1947 se llegó a un acuerdo para incrementar la producción agrícola e industrial europea a unos niveles superiores a los existentes antes de la guerra, creándose la Organización Europea de Cooperación Económica (OECE).
En abril de 1948 el presidente Truman firmó la Ley de Asistencia Exterior de Estados Unidos, por la que establecía la Convención para la Cooperación Económica (donde se establecía la OECE). Los recursos del Plan Marshall fueron de 13.000 millones de dólares y fueron la principal fuente de divisas para que los países de la OECE reconstruyeran sus economías; esto préstamos fueron administrados por el Export-Import Bank.