El Consejo de Europa surgió en 1949 en Estrasburgo como resultado del Congreso de La Haya de 1948 y por la conjunción de las ideas de una Europa federalista y la idea de una Europa movida por la cooperación intergubernamental. Se estableció como un símbolo de reconciliación entre los pueblos europeos, tras el desastre económico y financiero de la II Guerra Mundial.
Su objetivo principal siempre fue la paz, libertad y concordia. No se le concedió ninguna autoridad federal, debido en parte a la tradicional oposición británica a la limitación de su autoridad nacional por parte de una institución supranacional; por dicha presión británica y escandinava se impuso una orientación de cooperación intergubernamental en línea con lo practicado en la OECE.