La Unión Económica Belgo-Luxemburguesa se estableció en 1921. En 1944 se adhirió Holanda, estableciéndose una unión aduanera entre los tres países para fortalecer sus economías y colaborar más estrechamente en la reconstrucción y recuperación económicas. En 1948 se estableció la Unión Económica del Benelux, con un arancel exterior común y la coordinación de las políticas económicas y presupuestarias; había movilidad de la mano de obra y libertad de movimiento de capitales.
Fue un éxito en el terreno comercial, encontrándose más dificultades en el ámbito de la coordinación de las políticas económicas nacionales y en algunos aspectos de la política agrícola. El Benelux ha sido un ejemplo de integración económica regional limitada a un número restringido de países, tanto en sus logros como en sus dificultades.
En 1957, los tres países firmaron en Tratado de Roma, pasando a formar parte de la CEE, orientando sus economías hacia el ámbito comunitario. Sin embargo, el Benelux sigue funcionando como una organización intergubernamental similar a la CEE, tomando las decisiones por unanimidad y con una estructura en torno a diversos órganos y servicios comunes.
Cuando se firmó el primer Tratado entre los países del Benelux, éste establecía una vigencia del mismo de 50 años; en el año 2008, en La Haya, los tres países firmaron un Nuevo Tratado Benelux, donde aprovecharon para llevar a cabo una renovación y poner como ejes principales de este nuevo periodo los siguientes aspectos:
- Continuar con la cooperación como “laboratorio” para su participación en Europa.
- Ampliar la cooperación transfronteriza.
Los principales ámbitos de cooperación son: 1. mercado interior y unión económica, 2. justicia y asuntos de interior y3. Duración o mantenimiento en el tiempo.