La integración de diversas economías para agruparse alrededor de una forma concreta de organización económica y comercial forma parte de los intentos que vienen desarrollando los países interesados en obtener mayores beneficios de los intercambios comerciales y más prosperidad para sus economías.
A medida que ibas obteniendo su independencia, las antiguas colonias, en los años 50 y 60, encontraron en las diversas formas de integración económica un medio útil para impulsar sus economías. Sin embargo, es a parir de los años 80 cuando la integración regional cobra verdadera importancia con la creación de nuevas áreas de integración. La propuesta de la Comunidad Europea de establecer un mercado único y una Unión Europea y Monearía ha servido de referencia para el gran impulso que hacia la integración económica se ha experimentado en los últimos años.
El término integración económica se viene utilizando en la literatura económica, según Machlup, desde 1942. Pero es a parir de 1950 cuando el concepto aparece más delimitado para definir la participación de varios países en un área regional más amplia.
Cualquiera que sea la forma que se adopte de integración económica, siempre existen al menos tres elementos que la conforman: 1. La eliminación de los obstáculos a los intercambios comerciales entre los países participantes, 2. Un cierto grado de cooperación y 3. La mejora del bienestar del área de integración.