El sistema impositivo esta orientado de forma prioritaria a financiar los gastos del Sector Publico. Pero en la UE, la fiscalidad constituye uno de los principales obstáculos a la libre circulación.
El informe del Comité Fiscal y Financiero del 7 Y 8 de julio de 1962, conocido como Informe Neumark, es la base teórica de la estructura fiscal europea actual. El informe Neumark reconocía la desigualdad de las situaciones fiscales nacionales y renunciaba a la reunificación de las mismas, centrándose en los elementos más distorsionadores desde el punto de vista fiscal, para la creación de un mercado común. Respecto a los impuestos Indirectos, el Informe Neumark aludía a la adopción del país de destino, dada la repercusión que tienen en el consumo final. En los impuestos directos se centraba Casi esencialmente en el problema de la doble imposición.
El Informe Neumark propuso un modelo de tres fases para la armonización fiscal en la CE, que en gran parte se ha mantenido en las propuestas realizadas posteriormente. En la primera fase, se llevaría a cabo la armonización de la imposición indirecta, implantándose desde el principio en todos los Estados miembros el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA).
La reforma de la fiscalidad a nivel europeo se completaría en la segunda y tercera fase, con la armonización de los impuestos indirectos y el establecimiento de acuerdos multilaterales, en sustitución de los convenios bilaterales llevados a cabo, bajo los auspicios de la OCDE.
El IVA fue el primer impuesto armonizado en la UE (1977). A los impuestos especiales se les dotó de un marco armonizado en 1992, con las exigencias del mercado único europeo, a cuyas exigencias también se adaptó el IVA. Se puede decir que el IVA ha constituido una de las principales realizaciones comunitarias desde el punto de vista fiscal. Es un recurso financiero (recurso propio) de la UE desde la decisión del 21 de abril de 1970. El IV A es un impuesto general sobre el consumo.