Con la crisis económica generada por el coronavirus, la tasa de desempleo a nivel mundial ha tenido un alto crecimiento. De esta forma, aunque los casos de COVID-19 han disminuido en algunas zonas, el tercer trimestre ha sido desolador para el empleo en España.
En este sentido, la estabilidad económica de muchas personas ha visto afectada al no tener una fuente de ingresos segura. Igualmente, las personas inactivas han tenido problemas para retomar sus actividades laborales. Conoce de qué forma el tercer trimestre ha sido desolador para el empleo en España.

¿Por qué el tercer trimestre ha sido desolador para el empleo en España?
Según datos de la última Encuesta de Población Activa, en España se ha reportado una de las tasas de desempleo más altas de los últimos trimestres. Igualmente, según datos generales de la Unión Europea, este país, junto a Italia y Francia, es uno de los más afectados por los índices de desempleo.
De esta forma, aunque España se aproxima a los 19,66 millones de trabajadores activos que tenía a finales del 2019, aún existen muchas personas inactivas. Igualmente, existe un gran número de trabajadores que, aunque no están desempleados, actualmente no están trabajando por la aplicación del Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).
La tasa de inactividad laboral se incrementa
Con la paralización de actividades como medida preventiva por el coronavirus, muchas empresas han tenido que despedir a una parte de sus trabajadores. De igual forma, muchos autónomos o trabajadores independientes han tenido que paralizar sus actividades, por lo que han sufrido una reducción de sus ingresos.
Según la última Encuesta de Población Activa, el tercer trimestre ha sido desolador para el empleo en España. Entre los meses de julio y septiembre el número de personas inactivas o paradas aumentó en 355.000 personas, dejando un total de 3,72 millones de parados. Asimismo, el índice actual de inactividad o desempleo en España es de aproximadamente el 16,26%, lo que representa una de las tasas más altas de Europa.
Las personas que trabajan en el sector servicios y los autónomos han sido los más afectados por la crisis. Por su parte, el sector de salud e industria han sido unos de los más beneficiados en los últimos meses.

Se incrementa el índice de nuevos empleos
A pesar de que se ha incrementado el porcentaje de personas desempleadas o inactivas, también se ha evidenciado un incremento de nuevas oportunidades laborales. De esta forma, al recuperarse de forma paulatina las actividades económicas en España, se ha reducido el número de personas inactivas. En este sentido, aunque el tercer trimestre ha sido desolador para el empleo en España, se han registrado 569.000 nuevos trabajadores activos.
Igualmente, el número de trabajadores suspendidos por el ERTE ha disminuido en más de 1 millón de personas. Por consiguiente, para finales de septiembre se estimó un aproximado de 3,59 millones de trabajadores inactivos, una cifra inferior a los cerca de 4,70 millones de finales de junio. Además, el índice de nuevos trabajadores activos es uno de los más altos registrados en un tercer trimestre, ya que suele ser época de vacaciones.
Asimismo, aunque se ha evidencia un incremento de la recuperación de puestos de trabajo, en su mayoría han sido en el sector público. Por consiguiente, este sector reactivó 108.500 puestos de trabajo, mientras que el sector privado reflejó una disminución de aproximadamente 805.900 trabajadores activos. La reactivación de los puestos de trabajo públicos se incrementó cerca del 3,3%, pero el sector privado tuvo una reducción de aproximadamente 5%.

El tercer trimestre ha sido desolador para el empleo en España para los jóvenes, mujeres y autónomos
Aunque las actividades económicas afectaron la productividad en general de las empresas y los trabajadores, los jóvenes y las mujeres suelen ser los más afectados por las suspensiones laborales. Además, este grupo de personas suele ser más vulnerable al rechazo al optar por un nuevo trabajo. Igualmente, por la falta de experiencia o estabilidad laboral, estas personas suelen ser los primeros en ser suspendidos dentro de las empresas.
Asimismo, los autónomos o trabajadores independientes también han sido afectados por la crisis económica. En este sentido, al no poder trabajar, este grupo de personas que depende de su productividad diaria no ha podido generar suficientes ingresos. Por consiguiente, en estos casos suelen depender de familiares, otros trabajos o ayudas sociales.

Conclusión
Con la paralización de actividades por la crisis económica, las tasas de empleo se han visto afectadas a nivel global. En el caso de Europa, el tercer trimestre ha sido desolador para el empleo en España, Italia y Francia. De esta forma, muchos trabajadores autónomos y dependientes de estos países han sufrido una reducción de sus ingresos y beneficios laborales.
No obstante, por la recuperación paulatina de su economía, en España también se ha generado el mayor índice de nuevos empleos en un tercer trimestre. Por consiguiente, a pesar de la inestabilidad económica, muchas personas han logrado recuperar sus trabajos u optar por nuevas oportunidades laborales.